What is Japanese noodles?
Los fideos tradicionales japoneses presentan una gran variedad y se consumen a lo largo de todo el año, tanto en caliente como en frío. Los fideos soba (alforfón, trigo sarraceno), con su característico sabor y aroma, los udon (hechos de trigo), que "enganchan" con su peculiar consistencia y tersura, o los sōmen, de delicado paso por la garganta... los materiales, el grosor del fideo y otras características crean unl repertorio de texturas y sabores realmente amplio. Utilizando fideos deshidratados, que pueden conservarse a temperatura ambiente, en cualquier momento podemos disfrutar del sabor de lo "recién hecho", una comodidad que tiene mucho que ver con el éxito que han alcanzado.
History
Los fideos, algunos de los cuales, como el soba o el udon, se transmitieron a Japón desde el continente en la remota antigüedad, tomaron su forma actual en la primera parte del periodo Edo, es decir, entre los siglos XVII y XVIII. El primer precedente de los restaurantes de soba actuales puede encontrarse en el Edo de mediados del siglo XVII. Estos restaurantes comenzaron llamándose kendon-sobaya y pronto ganaron muchos adeptos, sobre todo entre las clases populares. A partir de entonces fue formándose una rica cultura culinaria que en la mitad este de Japón se centró en el soba y en la mitad oeste en el udon. Hoy en día, los fideos japoneses son apreciados también en el extranjero.
How to enjoy
Gracias a su sabor suave y neutro, los fideos japoneses combinan bien con otros muchos alimentos. Sirviéndolo con piezas de tempura encima se consiguen el tempura-soba y el tempura-udon, aunque también se puede complementar con un aburaage (pasta de soba frita) en caldo picante y dulzón, con lo que obtendremos kitsune-soba o kitsune-udon. Otra buena idea es poner curry en el caldo para conseguir kare-soba o kare-udon. Si hay algo que caracterice a los fideos japoneses es su capacidad de transformarse en algo completamente diferente. El somen no es una excepción, pues se lo puede encontrar, recién hecho, combinado con queso y huevo formando una especie de carbonara, y también marinado, en aceite, con salmón y aguacate. No hay límites a la creatividad.